El mayor desafío enfrentado durante la emergencia, a nivel personal fue vencer el cansancio y a veces desánimo que sobre todo en las primeras semanas me embargaba, cuando sentía que la situación nos superaba. A nivel profesional, constatar que en situaciones de caos la profesión o el oficio que desempeñas se subyuga al servicio de hacer lo que sea, a tiempo y destiempo, en condiciones críticas pero AYUDAR es la misión a cumplir.

Aprendí que en los momentos de mayor fragilidad humana, más certera y clara es la presencia de Dios. Siempre tuvimos algo que dar. Cuando nos angustiaba que la comida se acababa, prontamente se hacia presente la generosidad de muchos y se llenaba nuevamente.. siempre, siempre, siempre... hubo algo para dar a los más necesitados, sobre abundó la gracia, la comida, el agua, los pañales... sobre abundó quién ayudara, quien cargara, quien limpiara, quien cocinara. Estar decididos a ayudar parecía ser la puerta para que todo lo demás llegara.

La certeza de que el slogan que carateriza la gestión del gobernador "Para Todos por igual" ha sido plenamente puesto en práctica durante la situación de emergencia. Sin distingo ni discriminación atendimos, servimos y ayudamos a todos. Cuando hay convicción, disposición y entrega, nada obstaculiza o frena el trabajo, se confirma la máxima filántropica "El poder es proporcional al Servicio".
Ver a nuestro gobernador trabajando sin descanso, comiendo atún de la lata, mojado y remojado inspeccionando sin parar, fue un gran aliciente para quienes trabajamos allí. Cuánto poder para servir..
Para finalizar, NO hay dolor, contingencia, desastre o emergencia que una mano oportuna, sincera y solidaria no amilane!.
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