martes, 25 de enero de 2011

REFLEXIONES TRAS LA EMERGENCIA DE BARLOVENTO (III) - Lic. María Da Silva Coord. Proyectos FSM

       El mayor desafío enfrentado durante la emergencia, a nivel personal fue vencer el cansancio y a veces desánimo que sobre todo en las primeras semanas me embargaba, cuando sentía que la situación nos superaba. A nivel profesional, constatar que en situaciones de caos la profesión o el oficio que desempeñas se subyuga al servicio de hacer lo que sea, a tiempo y destiempo, en condiciones críticas pero AYUDAR es la misión a cumplir.

      Durante mi primera semana en Barlovento, fui asignada visitar comunidades de Río Chico que se encontraban muy afectadas, caminar con el agua hasta la cintura, apreciar la cantidad de daños que había ocasionado el agua, ver las lágrimas y la frustración de quienes expresaban "lo perdí todo"... Ser tomada por un niño de 4 años quién me llevó a constatar como de su morrocoy sólo quedaba la concha, porque habían tenido que comerlo en vista de la carencia de alimentos. caminar por el lado de un pequeño vehículo que servía de refugio a una familia que allí pasaba la noche, entre otras situaciones vivdas.. me convencían a cada momento que no había oportunidad de rendirse. Que SERVIR, AYUDAR y AUXILIAR eran la única posibilidad. Para muchos hermanos la situación era bastante peor!!!

Aprendí que en los momentos de mayor fragilidad humana, más certera y clara es la presencia de Dios. Siempre tuvimos algo que dar. Cuando nos angustiaba que la comida se acababa, prontamente se hacia presente la generosidad de muchos y se llenaba nuevamente.. siempre, siempre, siempre... hubo algo para dar a los más necesitados, sobre abundó la gracia, la comida, el agua, los pañales... sobre abundó quién ayudara, quien cargara, quien limpiara, quien cocinara. Estar decididos a ayudar parecía ser la puerta para que todo lo demás llegara.

         Puedo afirmar que para quien lo pierde todo, ve afectada su vida, duerme entre agua por días, ve a sus hijos enfermarse, pasar necesidades, tal vez nada de lo hecho resulte suficiente. Cómo criticar eso? lo que sí puedo asegurar es que muchos se sintieron acompañados, no dejados a su suerte. Lo que si es evidentes es el impacto que tuvo para todos quienes trabajamos en la Gobernación de Miranda, en diferentes instancias y departamentos, jóvenes o adultos, de una región u otra... Comprobar lo que se logra cuando se trabaja en equipo. Qué ÉXITO! Trabajamos MUCHOS POR IGUAL PARA TODOS POR IGUAL.

         La certeza de que el slogan que carateriza la gestión del gobernador "Para Todos por igual" ha sido plenamente puesto en práctica durante la situación de emergencia. Sin distingo ni discriminación atendimos, servimos y ayudamos a todos. Cuando hay convicción, disposición y entrega, nada obstaculiza o frena el trabajo, se confirma la máxima filántropica "El poder es proporcional al Servicio".
Ver a nuestro gobernador trabajando sin descanso, comiendo atún de la lata, mojado y remojado inspeccionando sin parar, fue un gran aliciente para quienes trabajamos allí. Cuánto poder para servir..

Para finalizar, NO hay dolor, contingencia, desastre o emergencia que una mano oportuna, sincera y solidaria no amilane!.

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