Durante toda la emergencia, el mayor desafio profesional y personal al cual me enfrente fue el Articular con celeridad con los diferentes entes involucrados para trabajar de una manera rápida en favor de todos los afectados. la fortaleza de los seres humanos a resistir ante la adversidad en todo este contexto y el ejemplo de mis superiores, en especial del gobernador y presidente del FSM, se convirtieron en elementos motivadores y de ánimo en los momentos más difíciles de la contingencia.
El mirar rostros de madres, padres y niños depositando sus esperanzas y necesidades en nosotros porque sienten que pueden encontrar respuesta en la gobernación, y en efecto así fue, es la mayor lección que como ser humano obtuve de ese contacto diario con todas las comunidades.
En lo personal, siento que nuestro pueblo encontró en el Fondo Social Miranda una institución que se solidarizó de inmediato ante la necesidad de su gente, aún falta mucho más por hacer, para ofrecer más respuesta. Esto tiene relación con la falta de recursos materiales, pero igual se demostró que cuando hay voluntad ante situaciones difíciles con lo que teniamos realizamos el trabajo de atender y servir a nuestro pueblo.
Hace más de 40 años, los abuelos tuvieron la visión de construir diques o canales que controlaban los excesos de la naturaleza. tratemos de retomar esa forma de trabajo sencilla pero efectiva para minimizar el impacto de las amenazas . Claro está, sin olvidar las mejoras y mantenimiento en las poblaciones que crecen en infraestructura, reclaman medidas sanitarias y seguridad ante posibles desastres. Nunca es tarde para educar. Recordemos que con voluntad se puede solucionar... a dios gracias!
Todo lo vivido durante este tiempo, lo puedo resumir con una frase: " La verdadera oportunidad de trabajar en equipo con el sólo fin de ayudar a nuestro pueblo"
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