El gobernador se muestra convencido de que las lluvias deben ser una oportunidad para generar progreso y mejorar la calidad de vida. "Lo poquito que tengo lo he puesto en la emergencia", señala. A su juicio, Barlovento necesita oportunidades de empleo, inversión, redes de servicios.
El gobernador Henrique Capriles Radonski realizó un recorrido por las zonas afectadas del pueblo | Cortesía Prensa Miranda
FICHA PERSONAL
ABOGADO. FUE PRESIDENTE DE LA · CÁMARA DE DIPUTADOS (1999- 2000). ALCALDE DEL MUNICIPIO BARUTA (2000-2008) Y ES GOBERNADOR DESDE 2008
El miércoles 8 de diciembre había un sol resplandeciente en Higuerote. Después de 18 días, las lluvias les habían dado una tregua a los habitantes de Miranda. Fueron 8.136 viviendas afectadas y 40.000 personas las que sufrieron los embates de la naturaleza. Y contrariamente a lo que ocurrió en otros estados que vivieron la misma situación, en este caso el gobernador Henrique Capriles no contó con el apoyo del Ejecutivo para resolver la crisis.
"En el Gobierno tomaron esta situación para hacer política. Su objetivo es lo que sale por la televisión" señaló.
--En la Gobernación de Miranda también se han valido de los medios.
--Para nosotros los medios son importantes por dos cosas: primero, que el Estado esté informado de que tenemos una emergencia; y segundo, si yo no comunico mis necesidades no tengo insumos.
Muchas de las donaciones que hemos recibido son de personas sensibilizadas por lo que dicen en radio, televisión y prensa. A diferencia del Gobierno, yo no tengo Pdval.
Y si no mantengo vivo el tema de la emergencia las colaboraciones no llegan. En Barlovento llueve desde hace dos semanas, pero para algunos como que empezó a llover hace poco.
--¿Se refiere a la visita que hizo el presidente Hugo Chávez el 5 de diciembre a Higuerote?
--El problema de Chávez es que lo llevan a un sitio y es un set de televisión. Toda la gente con las franelas rojas, los partidarios del Partido Socialista Unido de Venezuela, todos aplaudiéndolo. Él pensaría que ése era el pueblo de Higuerote, pero no es así. Porque en el momento en que él estaba haciendo la visita había cientos de personas atendiendo sus casas. La venida de él para acá debió significar alimentos, agua, medicinas.
--¿Cuánto tiempo estuvo el Presidente aquí?
--Un par de horas.
--¿Usted esperaba una respuesta distinta de parte del Gobierno central?
--Sin duda que sí.
--¿Cómo la visualizaba?
--Constructiva. Yo no tengo prejuicios, me habría sentado con ellos.
--Pero usted se comunicó con altos funcionarios del Gobierno cuando se decretó la emergencia...
--Yo decreté primero estado de alarma, que es lo que me permite la ley. La declaratoria de emergencia era importante porque, además de ser un reconocimiento de la situación, significa que se aligeran mecanismos administrativos muy engorrosos. Entonces en primera instancia intenté hablar con el ministro del Interior, Tareck el Aissami, pero no lo logré. Hicimos las gestiones para comunicarnos con el vicepresidente Elías Jaua y entonces fue él quien nos devolvió la llamada.
--¿Cómo fue la charla?
--Cordial. Le expliqué por qué para nosotros era importante la declaratoria de emergencia y a todo lo que le planteaba me respondía que tenía que consultarlo con el Presidente.
--¿Esa fue la primera vez que tuvo contacto con el Gobierno central?
--La primera y la única.
--¿La declaratoria de emergencia no significaba que les dieran más recursos económicos?
--En teoría sí. En todos los países del mundo se crea un fondo de recursos especiales para atender emergencias.
Por ejemplo, al estado Falcón que también decretó la emergencia le aprobaron 20 millones de bolívares y al estado Miranda no le han aprobado nada. Estos 18 días de lluvia hemos visto el sectarismo con letras mayúsculas, pero ese sectarismo está condenado a desaparecer. Son los que salen por televisión, por radio, todos los días. Lo que quiero decir es que estamos en dos mundos.
--Después de la conversación con Jaua, ¿no ha vuelto a intentar coordinar con el Gobierno?
--Es que no sé qué es lo que ellos quieren que nosotros hagamos. Por ejemplo, para ir al Consejo Federal de Gobierno te llaman desde la Presidencia, hacen una cita. Para una situación así, lo lógico es que el jefe del Estado le pida a un edecán que me llame. Vamos a ser serios, vamos a coordinar. Nada de eso se ha dado, ni se dará y ya no nos importa que se dé. Porque la verdad es que si nos hubiéramos sentado a esperar la ayuda del Gobierno, en este momento tendríamos una tragedia.
--El día de la visita, el Presidente exhortó a las personas damnificadas a que tomaran las instalaciones de quienes ellos consideran ricos, ¿qué efecto tuvo ese llamado?
--Yo estaba en Higuerote. Cuando regresé me pusieron el sonido. Y me pareció irresponsable. Después de 15 días de lluvia aquí te apareces a generar anarquía. Se vivieron horas tensas. Porque uno puede llamar al dueño de un hotel o una posada y preguntar sobre la disponibilidad de las habitaciones para alojar a los más necesitados. Pero otra cosa es la amenaza. De hecho, fue tal el nivel de molestia que eso generó que tuvo Jaua que salir después a aclararlo.
--Sin embargo, no se generó la respuesta que pudo haber habido, ¿por qué?
--Ésa es la frustración de Chávez. Porque éste no es un pueblo anárquico. Eso es lo que la clase media tiene que entender. Que Chávez podrá decir "A" y no quiere decir que la gente haga "A". Ese grupito de radicales hoy por hoy es pequeño. Mucho más pequeño de lo que la gente cree.
--¿Cómo ha sido el proceso de activación de la logística para atender la emergencia?
--Empezó a llover desde el 21 de noviembre. Han sido 18 días consecutivos de lluvia y diariamente aumentaba la cifra de afectados. Se presentaron las inundaciones y se activaron todos los mecanismos sobre la marcha. Hemos alertado sobre el riesgo de las viviendas y habilitado los centros de abrigo. Además de garantizarle a la gente alimento, agua potable y atención médica.
--En términos de recursos, ¿qué se necesita ahora?
--Para mí ahora viene lo mejor de todo: el proceso de recuperación y reconstrucción.
--Sin embargo, sus recursos son limitados.
--Claro, y lo poquito que tengo lo pongo para atender la emergencia. Hay que cambiarle a nuestro estado, al pueblo, la idea de que la inundación es una desgracia. Aquí, por ejemplo, está prohibida la palabra tragedia. Esto no es una tragedia, es una inundación y, si bien es cierto que perdieron la vida 16 personas y lo lamentamos profundamente, hay que seguir trabajando para la reconstrucción.
Yo entro a las casas y la gente me dice: "Gobernador, perdí todo", y yo les respondo: "Mi amor, ¿cómo vas a decir eso?, si aquí estás vivita. Lo que te toca ahora es reponer los enseres". Yo creo que esta situación que nos tocó vivir tiene que ser una oportunidad para progresar. Por eso nos preocupa tanto escuchar el discurso anárquico, demagógico. Hay que ver el mañana.
Barlovento necesita oportunidades de empleo, inversión, redes de servicio y eso sólo se da con desarrollo. Ahora viene el proceso de recuperación y nos encontrará a todos aquí.
--¿Cuál sería el monto estimado para la recuperación?
--Mientras no cesen las lluvias completamente no lo sabemos. Eso sí, cualquier recurso que nos otorguen será bienvenido. Porque la idea no es sólo recuperar el colchón, la cocina, la nevera que se dañó. Esto tiene que ser una posibilidad para mejorar. Lo que pasó tiene que servir para darnos una oportunidad, por eso es que no es una tragedia.
--Y en el futuro, ¿cuáles son las previsiones que tienen?
--No sabemos de los pronósticos meteorológicos, porque una cosa es que llueva y otra muy distinta es que se inunde. Seguimos necesitando la ayuda de la gente, de la solidaridad. Yo nunca imaginé que iban a ser tantos días de lluvia. Lo que sí puedo decir es que esta carpa no se levanta de este campamento hasta que se haya acabado la emergencia. Hasta ese día nosotros vamos a estar aquí.
ABOGADO. FUE PRESIDENTE DE LA · CÁMARA DE DIPUTADOS (1999- 2000). ALCALDE DEL MUNICIPIO BARUTA (2000-2008) Y ES GOBERNADOR DESDE 2008
El miércoles 8 de diciembre había un sol resplandeciente en Higuerote. Después de 18 días, las lluvias les habían dado una tregua a los habitantes de Miranda. Fueron 8.136 viviendas afectadas y 40.000 personas las que sufrieron los embates de la naturaleza. Y contrariamente a lo que ocurrió en otros estados que vivieron la misma situación, en este caso el gobernador Henrique Capriles no contó con el apoyo del Ejecutivo para resolver la crisis.
"En el Gobierno tomaron esta situación para hacer política. Su objetivo es lo que sale por la televisión" señaló.
--En la Gobernación de Miranda también se han valido de los medios.
--Para nosotros los medios son importantes por dos cosas: primero, que el Estado esté informado de que tenemos una emergencia; y segundo, si yo no comunico mis necesidades no tengo insumos.
Muchas de las donaciones que hemos recibido son de personas sensibilizadas por lo que dicen en radio, televisión y prensa. A diferencia del Gobierno, yo no tengo Pdval.
Y si no mantengo vivo el tema de la emergencia las colaboraciones no llegan. En Barlovento llueve desde hace dos semanas, pero para algunos como que empezó a llover hace poco.
--¿Se refiere a la visita que hizo el presidente Hugo Chávez el 5 de diciembre a Higuerote?
--El problema de Chávez es que lo llevan a un sitio y es un set de televisión. Toda la gente con las franelas rojas, los partidarios del Partido Socialista Unido de Venezuela, todos aplaudiéndolo. Él pensaría que ése era el pueblo de Higuerote, pero no es así. Porque en el momento en que él estaba haciendo la visita había cientos de personas atendiendo sus casas. La venida de él para acá debió significar alimentos, agua, medicinas.
--¿Cuánto tiempo estuvo el Presidente aquí?
--Un par de horas.
--¿Usted esperaba una respuesta distinta de parte del Gobierno central?
--Sin duda que sí.
--¿Cómo la visualizaba?
--Constructiva. Yo no tengo prejuicios, me habría sentado con ellos.
--Pero usted se comunicó con altos funcionarios del Gobierno cuando se decretó la emergencia...
--Yo decreté primero estado de alarma, que es lo que me permite la ley. La declaratoria de emergencia era importante porque, además de ser un reconocimiento de la situación, significa que se aligeran mecanismos administrativos muy engorrosos. Entonces en primera instancia intenté hablar con el ministro del Interior, Tareck el Aissami, pero no lo logré. Hicimos las gestiones para comunicarnos con el vicepresidente Elías Jaua y entonces fue él quien nos devolvió la llamada.
--¿Cómo fue la charla?
--Cordial. Le expliqué por qué para nosotros era importante la declaratoria de emergencia y a todo lo que le planteaba me respondía que tenía que consultarlo con el Presidente.
--¿Esa fue la primera vez que tuvo contacto con el Gobierno central?
--La primera y la única.
--¿La declaratoria de emergencia no significaba que les dieran más recursos económicos?
--En teoría sí. En todos los países del mundo se crea un fondo de recursos especiales para atender emergencias.
Por ejemplo, al estado Falcón que también decretó la emergencia le aprobaron 20 millones de bolívares y al estado Miranda no le han aprobado nada. Estos 18 días de lluvia hemos visto el sectarismo con letras mayúsculas, pero ese sectarismo está condenado a desaparecer. Son los que salen por televisión, por radio, todos los días. Lo que quiero decir es que estamos en dos mundos.
--Después de la conversación con Jaua, ¿no ha vuelto a intentar coordinar con el Gobierno?
--Es que no sé qué es lo que ellos quieren que nosotros hagamos. Por ejemplo, para ir al Consejo Federal de Gobierno te llaman desde la Presidencia, hacen una cita. Para una situación así, lo lógico es que el jefe del Estado le pida a un edecán que me llame. Vamos a ser serios, vamos a coordinar. Nada de eso se ha dado, ni se dará y ya no nos importa que se dé. Porque la verdad es que si nos hubiéramos sentado a esperar la ayuda del Gobierno, en este momento tendríamos una tragedia.
--El día de la visita, el Presidente exhortó a las personas damnificadas a que tomaran las instalaciones de quienes ellos consideran ricos, ¿qué efecto tuvo ese llamado?
--Yo estaba en Higuerote. Cuando regresé me pusieron el sonido. Y me pareció irresponsable. Después de 15 días de lluvia aquí te apareces a generar anarquía. Se vivieron horas tensas. Porque uno puede llamar al dueño de un hotel o una posada y preguntar sobre la disponibilidad de las habitaciones para alojar a los más necesitados. Pero otra cosa es la amenaza. De hecho, fue tal el nivel de molestia que eso generó que tuvo Jaua que salir después a aclararlo.
--Sin embargo, no se generó la respuesta que pudo haber habido, ¿por qué?
--Ésa es la frustración de Chávez. Porque éste no es un pueblo anárquico. Eso es lo que la clase media tiene que entender. Que Chávez podrá decir "A" y no quiere decir que la gente haga "A". Ese grupito de radicales hoy por hoy es pequeño. Mucho más pequeño de lo que la gente cree.
--¿Cómo ha sido el proceso de activación de la logística para atender la emergencia?
--Empezó a llover desde el 21 de noviembre. Han sido 18 días consecutivos de lluvia y diariamente aumentaba la cifra de afectados. Se presentaron las inundaciones y se activaron todos los mecanismos sobre la marcha. Hemos alertado sobre el riesgo de las viviendas y habilitado los centros de abrigo. Además de garantizarle a la gente alimento, agua potable y atención médica.
--En términos de recursos, ¿qué se necesita ahora?
--Para mí ahora viene lo mejor de todo: el proceso de recuperación y reconstrucción.
--Sin embargo, sus recursos son limitados.
--Claro, y lo poquito que tengo lo pongo para atender la emergencia. Hay que cambiarle a nuestro estado, al pueblo, la idea de que la inundación es una desgracia. Aquí, por ejemplo, está prohibida la palabra tragedia. Esto no es una tragedia, es una inundación y, si bien es cierto que perdieron la vida 16 personas y lo lamentamos profundamente, hay que seguir trabajando para la reconstrucción.
Yo entro a las casas y la gente me dice: "Gobernador, perdí todo", y yo les respondo: "Mi amor, ¿cómo vas a decir eso?, si aquí estás vivita. Lo que te toca ahora es reponer los enseres". Yo creo que esta situación que nos tocó vivir tiene que ser una oportunidad para progresar. Por eso nos preocupa tanto escuchar el discurso anárquico, demagógico. Hay que ver el mañana.
Barlovento necesita oportunidades de empleo, inversión, redes de servicio y eso sólo se da con desarrollo. Ahora viene el proceso de recuperación y nos encontrará a todos aquí.
--¿Cuál sería el monto estimado para la recuperación?
--Mientras no cesen las lluvias completamente no lo sabemos. Eso sí, cualquier recurso que nos otorguen será bienvenido. Porque la idea no es sólo recuperar el colchón, la cocina, la nevera que se dañó. Esto tiene que ser una posibilidad para mejorar. Lo que pasó tiene que servir para darnos una oportunidad, por eso es que no es una tragedia.
--Y en el futuro, ¿cuáles son las previsiones que tienen?
--No sabemos de los pronósticos meteorológicos, porque una cosa es que llueva y otra muy distinta es que se inunde. Seguimos necesitando la ayuda de la gente, de la solidaridad. Yo nunca imaginé que iban a ser tantos días de lluvia. Lo que sí puedo decir es que esta carpa no se levanta de este campamento hasta que se haya acabado la emergencia. Hasta ese día nosotros vamos a estar aquí.
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