sábado, 28 de enero de 2012

AMORES QUE NO SE ROMPEN CON EL CORTE DEL CORDÓN

Mariana fue operada gratuitamente de una hernia umbilical

Caminando y con una tímida sonrisa se despide Mariana del Hospital Pérez de León de Petare, sin estar segura de lo que acaba de pasar, sólo que en este momento tiene una gasa en su ombligo y la muestra como una novedad. Ella acude a diario al Hogar Mirandino El Araguaney, en Araira, municipio Zamora, donde le detectaron una hernia umbilical que, gracias a un operativo conjunto entre el Gobierno de Miranda y la Alcaldía del municipio Sucre, acaban de operarle gratuitamente.

Tal vez ella no sabe las implicaciones de la intervención, pero el sentimiento es completamente diferente para su mamá, Johana Toro, porque los días de preocupación y restricciones por la salud de su hija cambiarán por tranquilidad y juegos.

Todos los niños nacen con un anillo umbilical abierto porque a través de él pasa el cordón umbilical, que ha sido la vía de llegada de los nutrientes y el oxígeno necesario para su crecimiento y desarrollo intrauterino. Este anillo muscular debe irse cerrando paulatinamente en el curso de los dos primeros años de vida, pero eso no sucedió en el caso de Mariana. Un anillo umbilical abierto o permeable se considera con indicación de tratamiento quirúrgico, que consiste en la reparación del defecto de la pared.

Johana narra que en un operativo de pediatría en El Araguaney, a través del Fondo Social Miranda, le diagnosticaron la hernia umbilical y le dieron seguimiento, “me llamaron para informarme que había sido seleccionada y después de los exámenes preoperatorios mi hija fue operada satisfactoriamente sin que yo tuviera que pagar”.

Para ella como madre, la salud de su hija siempre había sido un tema que la angustiaba, porque no tiene un trabajo formal y mucho menos una póliza de seguro, ya que se desempeña en el aseo de las casas donde requieren de sus servicios en Guatire, por eso vio con esperanza la propuesta que le hicieron en la guardería de operar a Mariana, quien con tan solo 3 años, se muestra feliz del cuidado que allí recibe.

La madre cuenta que, cuando llevó por primera vez a Mariana a este Hogar Mirandino, jamás imaginó tener ante sí la oportunidad de intervenir quirúrgicamente la hernia de su hija, ya que esta operación es muy costosa, y de no realizársela a tiempo podría disminuir su calidad de vida por dolores o limitación a la hora de hacer esfuerzos, “por ejemplo cuando lloraba o gritaba notábamos que eso le afectaba porque le sobresalía la hernia”.

“Ella llora cuando llega el fin de semana o las vacaciones porque no puede ir a donde su tía, que es como le dice a su madre cuidadora, en las mañanas cuenta los minutos porque la tratan muy bien, le dan sus comidas y están pendientes de su salud con operativos cada 3 meses”, relata Johana.

Con mucha alegría, y con Mariana haciendo observaciones a cada respuesta que daba su mamá, Johana describe la tranquilidad que le proporciona saber que ahora van a tener una vida sin limitaciones gracias a un grupo de personas desconocidas con una gran misión. “Mi hija ahora podrá hacer muchas más cosas que antes gracias a esas madres cuidadoras, enfermeras, médicos, anestesiólogos y cirujanos del Pérez de León y del Domingo Luciani que voluntariamente se ofrecieron a apoyar esta hermosa iniciativa con los niños de los Hogares Mirandinos”.

Prensa Miranda.-
Fotografias: Giovanny Rivas
(Especial, 28/01/2012).-

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