Mariana fue operada gratuitamente de una hernia umbilical
Caminando
y con una tímida sonrisa se despide Mariana del Hospital Pérez de León
de Petare, sin estar segura de lo que acaba de pasar, sólo que en este
momento tiene una gasa en su ombligo y la muestra como una novedad. Ella
acude a diario al Hogar Mirandino El Araguaney, en Araira, municipio
Zamora, donde le detectaron una hernia umbilical que, gracias a un
operativo conjunto entre el Gobierno de Miranda y la Alcaldía del
municipio Sucre, acaban de operarle gratuitamente.
Tal vez
ella no sabe las implicaciones de la intervención, pero el sentimiento
es completamente diferente para su mamá, Johana Toro, porque los días de
preocupación y restricciones por la salud de su hija cambiarán por
tranquilidad y juegos.
Todos los niños nacen con un anillo
umbilical abierto porque a través de él pasa el cordón umbilical, que
ha sido la vía de llegada de los nutrientes y el oxígeno necesario para
su crecimiento y desarrollo intrauterino. Este anillo muscular debe irse
cerrando paulatinamente en el curso de los dos primeros años de vida,
pero eso no sucedió en el caso de Mariana. Un anillo umbilical abierto o
permeable se considera con indicación de tratamiento quirúrgico, que
consiste en la reparación del defecto de la pared.
Johana
narra que en un operativo de pediatría en El Araguaney, a través del
Fondo Social Miranda, le diagnosticaron la hernia umbilical y le dieron
seguimiento, “me llamaron para informarme que había sido seleccionada y
después de los exámenes preoperatorios mi hija fue operada
satisfactoriamente sin que yo tuviera que pagar”.
Para
ella como madre, la salud de su hija siempre había sido un tema que la
angustiaba, porque no tiene un trabajo formal y mucho menos una póliza
de seguro, ya que se desempeña en el aseo de las casas donde requieren
de sus servicios en Guatire, por eso vio con esperanza la propuesta que
le hicieron en la guardería de operar a Mariana, quien con tan solo 3
años, se muestra feliz del cuidado que allí recibe.
La
madre cuenta que, cuando llevó por primera vez a Mariana a este Hogar
Mirandino, jamás imaginó tener ante sí la oportunidad de intervenir
quirúrgicamente la hernia de su hija, ya que esta operación es muy
costosa, y de no realizársela a tiempo podría disminuir su calidad de
vida por dolores o limitación a la hora de hacer esfuerzos, “por ejemplo
cuando lloraba o gritaba notábamos que eso le afectaba porque le
sobresalía la hernia”.
“Ella llora cuando llega el fin de
semana o las vacaciones porque no puede ir a donde su tía, que es como
le dice a su madre cuidadora, en las mañanas cuenta los minutos porque
la tratan muy bien, le dan sus comidas y están pendientes de su salud
con operativos cada 3 meses”, relata Johana.
Con mucha
alegría, y con Mariana haciendo observaciones a cada respuesta que daba
su mamá, Johana describe la tranquilidad que le proporciona saber que
ahora van a tener una vida sin limitaciones gracias a un grupo de
personas desconocidas con una gran misión. “Mi hija ahora podrá hacer
muchas más cosas que antes gracias a esas madres cuidadoras, enfermeras,
médicos, anestesiólogos y cirujanos del Pérez de León y del Domingo
Luciani que voluntariamente se ofrecieron a apoyar esta hermosa
iniciativa con los niños de los Hogares Mirandinos”.
Prensa Miranda.-
Fotografias: Giovanny Rivas
(Especial, 28/01/2012).-
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